• Mantener el espacio ordenado y libre de desorden. Esto incluye mantener los libros, papeles y suministros en su lugar, y usando cajones y estantes para almacenar los objetos que no se utilizan regularmente. Un espacio ordenado y limpio puede ayudar a mejorar la concentración y la motivación.
• Tener una buena ventilación. Un espacio con una buena ventilación ayuda a mantener el aire fresco y limpio, lo que puede mejorar la concentración y reducir la fatiga.
• Personalizar el espacio para adaptarse a las necesidades individuales. Esto incluye colocar fotos, plantas y otros objetos que sean significativos o que proporcionen un ambiente agradable.

En resumen, tener un espacio cómodo para trabajar o estudiar es esencial para mejorar la productividad y el rendimiento mental. Algunos de los consejos para lograrlo incluyen tener un escritorio y una silla ergonómicos, una buena iluminación, mantener el espacio ordenado y libre de desorden, una buena ventilación y personalizar el espacio para adaptarse a las necesidades individuales.